Espacios terapéuticos adaptados a cada etapa y necesidad
Terapia con niños
Los niños expresan su malestar de una forma muy distinta a los adultos. Pueden mostrarlo con cambios de conducta, miedos, tristeza o dificultades para relacionarse. A través del juego y del vínculo, les acompaño a poner palabra a lo que sienten y necesitan, ofreciendo también apoyo a las familias para comprender y sostener el proceso.
Terapia con adolescentes
La adolescencia puede ser una etapa de crisis, redefinición y gran intensidad emocional. Trabajo con adolescentes que están desorientados, con ansiedad, conflictos internos o externos, baja autoestima o dificultades relacionales. Les ofrezco un espacio seguro y confidencial para expresarse y construir una mirada más amable hacia sí mismos y su entorno.
Terapia con adultos
La edad adulta a menudo nos enfrenta a momentos de bloqueo, angustia, sobrecarga emocional o cambios vitales. Acompaño a personas que quieren revisar su historia, comprender su malestar y encontrar nuevas maneras de relacionarse consigo mismas y con el mundo. También ofrezco espacios para madres y padres que quieren educar con conciencia pero se sienten desbordados.
¿Cómo saber si éste es tu momento para empezar una terapia?
Hay momentos en los que nos sentimos confundidos, desconectados o con constante inquietud. Si te planteas si una terapia puede ayudarte, quizás ya estás empezando el camino hacia cuidarte.
¿Cómo es una primera sesión contigo?
Es un espacio para conocernos. Escucho qué te ha llevado hasta aquí, cómo te sientes y qué necesitas. También te cuento cómo trabajo y qué puedes esperar del proceso. No hace falta que lo tengas todo claro: sólo que vengas como eres.
¿Necesito tener un problema grave para realizar terapia?
No. No es necesario tocar fondo para pedir ayuda. La terapia es también útil para cuidarte, prevenir, crecer o revisar aspectos personales en calma. A veces sólo necesitamos un espacio para escuchar mejor.
¿Cada cuánto son las sesiones?
Depende del caso y del momento del proceso, pero habitualmente las primeras sesiones son semanales. Siempre lo hablamos y adaptamos según las necesidades y disponibilidad.
¿Qué ocurre si mi hijo o hija no quiere venir?
Es habitual. En el caso de niños y adolescentes, primero hablamos con la familia para entender la situación. Acompaño también este rechazo inicial con respeto y, en su caso, trabajamos primero con los adultos de referencia.
¿Cómo sé si estoy en la psicóloga adecuada por mí o por mi hijo/a?
La conexión terapéutica es clave. Siempre ofrecemos un primer encuentro informativo gratuito para que puedas decidir sin presión si éste es el lugar y el momento para hacer este camino.